Walter Gil, el único detenido por el crimen de Santiago Aguilera Allende, el joven de 18 años que fue encontrado asesinado el domingo último luego de llevar cinco días desaparecido en la zona cordobesa de Traslasierra, se negó a declarar ante el fiscal federal Enrique Senestri.
Gil, de 23 años, era empleado del padre del muchacho asesinado en el corralón de materiales de la construcción situada en la localidad de Las Tapias, en Villa Dolores.
Tras negarse a declarar esta mañana, Gil, quien está imputado del delito de secuestro seguido de muerte, continuará detenido mientras continúa la investigación del escabroso caso.
En tanto trascendieron detalles de la autopsia realizada en el cuerpo de Santiago Aguilera, que revelaron que el muchacho recibió múltiples heridas cortantes en el cuello y la cabeza, y se evaluaba signos de que fue torturado.
Su padre Carlos Aguilera reveló en medios locales que la muerte de su hijo se habría producido alrededor de 24 horas antes del hallazgo de su cuerpo, que estuvo a cargo de un baqueano, en las afueras de Las Tapias.
Por lo tanto, el hombre insiste en que Gil habría tenido cómplices, ya que ya se encontraba detenido cuando se produjo el asesinato.
Los restos de Santiago fueron inhumados en las últimas horas en el cementerio de Villa las Rosas, del departamento San Javier, en medio del dolor de sus familiares.
El padre del joven se mostró conmocionado y expresó no entiende porque su hijo fue asesinado con “tanta saña” y utilizaron “con una crueldad única de animales”, mientras que la autopsia confirmó que la víctima presentaba múltiples heridas punzantes en el cuello y la cabeza.
“No encuentro el sentido porque lo mataron así”, expresó a un medio local. Según un informe de la Fiscalía Federal número 1, que interviene en el caso, el joven había tenido su último contacto con sus familiares el 16 de agosto pasado a las 23, cuando se retiró de su hogar y dijo que iba a ir a la casa de una amigo, situada a unos 500 metros.
A las 6:49 del día siguiente, la madre de Santiago recibió sendos mensajes por WhatsApp y por SMS en los que se comunicaba que había sido secuestrado, se exigía siete millones de pesos de rescate y se anticipaba una nueva comunicación a las 9 de la misma jornada, que nunca sucedió.
Las preocupación se incrementó en la familia del joven, porque el mismo había recibido un trasplante renal y requería cuidados a su salud.
Finalmente, el cuerpo del muchacho fue hallado cerca de las 10:30 del domingo a unos 200 metros del Arroyo Seco, en camino Boca del Río, en el Departamento San Javier.