China no va a relajar su estricta política de “cero coronavirus”, seguirá imponiendo severas restricciones y no cederá a los controles de prevención, según publicaron varios medios estatales a cinco días del inicio del Congreso del Partido Comunista.
Un editorial reiteró este miércoles el mensaje de varios artículos publicados esta semana que defienden esta política y barre con las esperanzas de que la estrategia pueda ser neutralizada después de este congreso que comenzará el próximo domingo.
China es la última de las grandes economías en intentar contener la pandemia con una serie de duras restricciones que incluyen confinamientos, testeos masivos y restricciones de viaje.
Esta política ha mantenido un número bajo de casos a cambio de un costo económico muy alto, que provocó efectos negativos en el resto del mundo y reforzó el aislamiento del país.
El medio insignia del Partido Comunista, el Diario del Pueblo, argumentó que suavizar las limitaciones podría colapsar el sistema médico de salud y causar más mutaciones del virus.
“La tasa de vacunación todavía no ha formado una barrera lo suficientemente fuerte contra los casos de enfermedad grave y la muerte”, afirmó el editorial, recogido por la agencia de noticias AFP.
El artículo le sigue a la publicación de dos editoriales consecutivos difundidos esta semana sobre el mismo tema, que describían el control de la Covid-19 como un desafío existencial para China, que confronta su sistema político socialista al capitalista occidental.
El 1 de septiembre, China, país del que provino el coronavirus a finales de 2019 en Wuhan, confinó una ciudad de 20 millones de habitantes por un nuevo brote de la enfermedad.
El gigante asiático y segunda potencia mundial registra 1.01 millones de casos y 5.226 muertes desde el inicio del flagelo, según sus últimos datos oficiales.