Una ronda muy cara
En Mendoza y Córdoba, por ejemplo, cebar mate al volante ya no es visto como una inocente tradición, sino como una falta grave que puede costar hasta $420.000 en el caso mendocino. Las autoridades argumentan que esta acción interfiere directamente con el control total del vehículo, afectando la atención y los reflejos del conductor.
En Córdoba, el mate también integra el listado de conductas de manejo inseguro, con sanciones que rondan los $24.000. Y atención: no hace falta ser detenido por un agente. Basta con que una cámara capte la infracción para que la multa llegue directamente al domicilio del infractor.
Más allá de la multa: los riesgos físicos
El debate no se limita a lo económico. Especialistas en seguridad vial advierten que el mate y el termo pueden convertirse en proyectiles dentro del vehículo en caso de una colisión. Además, la bombilla puede actuar como un objeto punzante, generando lesiones serias si se produce un impacto.
¿Tradición en riesgo?
Si bien la medida ha generado polémica entre los fanáticos del mate, las autoridades insisten en que el objetivo es claro: salvar vidas. Conducir requiere atención plena y libertad de movimientos, y el acto de cebar o tomar mate, por más cotidiano que parezca, puede ser una distracción fatal.