En la ciudad de Chamical, un grupo de 38 operarios que trabaja en la fábrica textil de la Cooperativa Esperanza expresó su profundo malestar tras el intento de retiro de maquinaria y el posible cierre del establecimiento. La situación, que viene deteriorándose desde principios de año, encendió las alarmas entre los trabajadores, quienes decidieron mantenerse en el lugar como forma de protesta.
Oscar Daniel Luca, uno de los referentes del grupo de trabajadores, dialogó con La 4×4 Radio y relató los hechos que desencadenaron el conflicto: “Desde enero lo veníamos venir. Se mermó la producción, treinta días atrás dejaron de mandar materia prima y ya no estaban en contacto. La semana pasada vinieron y se llevaron la materia prima que quedaba. Además, un representante de la cooperativa quiso llevarse las máquinas y una combi, pero no lo permitimos.”
La planta, que produce capelladas de calzado para la cooperativa El Buen Paso, con sede en La Calera, cuenta actualmente con 38 empleados. Sin embargo, la falta de comunicación y el vaciamiento progresivo han generado una profunda incertidumbre.
“Las máquinas sabemos que legalmente son de ellos, pero nosotros no debemos quedar en la nebulosa. Lo hacemos en modo de protesta para que nos den una solución,” agregó Luca, destacando que la conducción de la cooperativa se encuentra debilitada tras la renuncia del presidente semanas atrás. “En julio se cumple el plazo de mandato y debemos conformar una nueva comisión. Mientras tanto, hay deudas de luz muy grandes: nos están llegando boletas por $380 mil porque la planta tiene energía en toda su capacidad, aunque la producción está parada.”
La preocupación se extiende también al plano institucional. Según Luca, ya mantuvieron reuniones tanto con la intendenta de Chamical como con el gobernador de La Rioja, pero hasta ahora “no tenemos comunicación con nadie”.
Una posible salida al conflicto parecía asomar semanas atrás, cuando la empresa Ledlar expresó interés en instalarse en la planta y absorber a los operarios. No obstante, los trabajadores desconocen qué ocurrió con esa gestión. “La solución sería que la empresa Ledlar venga a trabajar y absorba a la gente de acá, pero no sabemos qué pasó”, concluyó.
Mientras tanto, los trabajadores siguen firmes en su reclamo, a la espera de una respuesta concreta que garantice la continuidad laboral de casi cuarenta familias chamicalenses.