La empresa concesionaria Trem do Corcovado, que gestiona el funicular que traslada a la mayoría de los turistas, así como el puesto ambulatorio del monumento, informó en un comunicado que el acceso no está disponible y ofreció reembolsar a quienes ya compraron el billete.
Los trayectos en camioneta, el otro medio más utilizado para llegar hasta el Cristo, también fueron suspendidos.
El cierre de los accesos fue decidido por la Secretaría de Defensa del Consumidor del estado de Río de Janeiro, después de que un turista brasileño de 54 años muriera cuando subía las escaleras que llevan al Cristo en la mañana del domingo.
En ese momento, el puesto médico todavía no había abierto, según afirmó en entrevista con la cadena Globo el secretario del ramo, Gutemberg Fonseca.
Fonseca añadió que el ambulatorio abre a las 9:00 hora local (12:00 GMT), pese a que los turistas empiezan a subir al monumento a partir de las 7:30 horas, y pidió a la concesionaria que adapte los horarios de funcionamiento como condición para volver a autorizar los accesos.
Por su parte, el Santuario del Cristo Redentor culpó en un comunicado al Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad, el organismo federal responsable por el parque natural en el que se encuentra el monumento, de no fiscalizar correctamente las labores de la concesionaria.
El Cristo carece de ambulancia, puntos de hidratación, baños adaptados para personas con problemas de movilidad y elevadores en pleno funcionamiento, criticó el Santuario, que depende de la Arquidiócesis de Río de Janeiro.
El Cristo Redentor, una de las esculturas más icónicas del mundo, se alza majestuosamente sobre el cerro del Corcovado en Río de Janeiro, Brasil. Inaugurada en 1931, esta estatua de 30 metros de altura y un peso superior a las 1,100 toneladas es una representación de Jesucristo con los brazos extendidos, simbolizando paz y acogida. Con su rostro sereno y su postura abierta, la imagen ha trascendido su función religiosa, convirtiéndose en un símbolo de la ciudad y de Brasil a nivel internacional.
La idea de construir una figura religiosa en la cima del Corcovado surgió a principios del siglo XX, cuando la iglesia católica brasileña buscaba un monumento que reflejara la devoción del pueblo brasileño. El proyecto fue impulsado por el ingeniero Heitor da Silva Costa, quien ideó la estructura junto con el escultor francés Paul Landowski. Tras una larga campaña de recaudación de fondos, las obras comenzaron en 1926. El monumento fue diseñado en estilo Art Deco, un estilo moderno para la época, y su construcción duró aproximadamente cinco años.
El Cristo Redentor no solo es un emblema de la religiosidad brasileña, sino también un testimonio de la capacidad tecnológica y arquitectónica del país en esa época. La estatua fue fabricada en bloques de concreto revestidos con mosaicos de piedra, lo que le permitió resistir las inclemencias del tiempo, incluyendo fuertes lluvias y vientos. La instalación de la estatua fue un desafío logístico, pues los materiales debían ser transportados hasta la cima del cerro a través de caminos estrechos y accidentados.
Hoy en día, el Cristo Redentor es visitado anualmente por alrededor de 2,5 millones de turistas. En 2007, fue declarado una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.