Le advirtió oficialmente que debe sumarse al plantel profesional en las próximas 48 horas. Después de que se le venciera el contrato con Los Ángeles Galaxy, el delantero volvió al país pero no al club.
Boca se cansó y accionó con la ley. En horas de la tarde de estemartes y mediante una carta documento intimó al jugador Cristian Pavón a presentarse a entrenar en el club en las próximas 24 o 48 horas o, de lo contrario, llevará el conflicto a la Justicia.
El exdelantero Xeneize debía presentarse a entrenar el pasado 1° de enero luego de que el 31 de diciembre se le venciera su préstamo a Los Ángeles Galaxy pero el cordobés no sólo no se presentó sino que ni siquiera viajó hacia Buenos Aires desde su Anisacate natal, donde celebró las fiestas junto a su familia.
Cabe mencionar que Boca descartó la opción de incluir a Kichan en la lista de buena fe de la Copa Libertadores una vez que el futbolista no mostrara intenciones no solamente de reincorporarse al plantel tras vencerse su contrato con el club de los Estados Unidos sino que ni siquiera acudió a la charla a la que había sido citado con Miguel Russo.
Por esto, el extremo que fue al Mundial de Rusia 2018, atraviesa hoy un futuro incierto y en el que afrontará un conflicto con Boca si no declina su postura.
El club de La Ribera tenía la posibilidad de modificar su lista de 40 nombres a partir de la salida de Mateo Retegui a Talleres de Córdoba, pero se quedó con la nómina original una vez que Pavón se mostró en rebeldía.
Una vez regresado desde los Estados Unidos, Pavón debía realizarse un hisopado y, una vez tuviese el negativo conformado, tenía que presentarse con el mismo en la práctica de Boca. Allí lo esperaría Russo para mantener una charla y conocer su situación y sus intenciones para determinar su inscripción en la lista de la Copa.
Si bien era complejo que Pavón pudiera estar disponible para las semifinales ante Santos de los días 6 y 13 de enero, el primer como local (a las 19:15 en La Bombonera), podría ponerse a punto para la final aunque esto también era una chance mínima en un plantel y en un equipo totalmente conformado y definido.
Frente a la actitud del delantero, que quiere quedarse en los Estados Unidos, Boca decidió no inscribirlo pero ahora fue por más y lo notificó de manera formal sobre su obligación de presentarse a entrenar, como debía hacerlo desde 1° de enero cuando finalizó su préstamo a Los Ángeles Galaxy, como parte de su contrato vigente.
