Además, la supuesta atención gratuita se limita al pago de mil pesos como seña para posterior hacer los lentes con la fundación de manera obligatoria, sin la entrega de la receta de los pacientes. Quitándoles la posibilidad de acceder a sus estudios médicos.
Los vecinos agregan que “no te brindan información de la óptica, te recetan dos lentes con diferentes precios, no se entiende lo que hacen”, también, dudaron de el profesionalismo de quienes realizan las pruebas oftalmológicas, “no parecen médicos”.
Daniela Barros, encargada de la campaña, no pudo dar respuesta ante las quejas de los presentes por el alto costo de los lentes. “Nosotros jamás dijimos que eran gratuitos”, enfatizó. No obstante, la campaña se venía realizando baja esta modalidad. Más que una campaña solidaria, los vecinos se vieron envueltos en un aprovechamiento a raíz de sus necesidades.
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