Minutos después de conocida la sentencia, Óscar Rodríguez, abuelo de Zoe, expresó su alivio ante el fallo: “Se cumplió lo que veníamos pidiendo hace mucho. Estamos contentos por esa parte, pero ella tenía solo cuatro años… no es posible que estos viejos sigan vivos después de lo que hicieron”. Con voz entrecortada, remarcó que nada le devolverá a su nieta, pero al menos podrán tener algo de paz.
Rodríguez también apuntó contra los organismos que intervinieron antes del crimen y no actuaron con eficacia. “Este caso podría haberse prevenido. Yo denuncié a varios funcionarios de Niñez y Familia, pero me rechazaron la denuncia por falta de pruebas”, lamentó. Y agregó: “Zoe era feliz con nosotros. No soy rico, pero la cuidábamos con amor”.
Finalmente, agradeció a todos los que acompañaron el proceso judicial: “Gracias a Dios, a los periodistas y a toda la comunidad. Mi gordita siempre va a estar presente, y por ella se logró justicia. Ahora solo deseo que paguen lo que hicieron y que vivan su infierno en la cárcel”.