La Libertad Avanza se juega una final en la doble elección de la provincia de Buenos Aires, la local del 7 de septiembre y la nacional del 26 de octubre. Con el pacto con el PRO sellado -aunque todavía falta resolver la letra chica- la estrategia libertaria confía en que la tracción territorial de los intendentes amarillos (y tal vez también radicales) junto con el impulso de Javier Milei desde la Nación sea suficiente para golear al peronismo en su propia cancha.
El partido que se juega en la provincia
Hay dos formas de leer las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre, donde se eligen diputados y senadores provinciales, concejales y consejeros escolares en cada una de las ocho secciones del distrito más grande del país: por cantidad de votos y por secciones, según la mirada de un dirigente libertario con un importante despliegue territorial en la provincia.
“Quién te dice que no va a ser un 7-1 como el de Alemania a Brasil”, bromeó el referente bonaerense con MDZ, en referencia a un eventual triunfo del peronismo en la tercera sección donde se especula alrededor de la posible candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero un triunfo contundente del armado violeta en el resto.
Cristian Ritondo, Diego Santilli y Sebastián Pareja anunciaron el lunes un acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires. Foto: MDZ/Nicolás Palermo.
Metáforas futbolísticas de lado, los libertarios observan una pista lista para el aterrizaje en la provincia de Buenos Aires en un contexto donde el peronismo parece más roto que nunca gracias a la lucha intestina entre la titular del PJ y su ahijado político, el gobernador Axel Kicillof.
Si bien el pronóstico que hacen en Casa Rosada es que finalmente primará la unidad por meros motivos de supervivencia política, la pregunta es a qué costo. Si Cristina Kirchner finalmente juega en la tercera sección, qué lugar le daría en las listas a los nombres de quienes se alinearon con Kicillof y apostaron en su contra, y viceversa.
Una cuestión matemática
El escenario es ideal para tomar el distrito por asalto. Ya en 2023, si se sumaban los votos de la candidata de Javier Milei, Carolina Píparo (24,59%), con los del aspirante del PRO, Néstor Grindetti (26,62%), hubiera alcanzado para evitar la reelección de Kicillof (44,88%). En este contexto, luego de un año y medio de gestión mileista que sostiene altos índices de aprobación, los libertarios confían en que la boleta violeta por sí sola ya es competitiva, pero si se le suma el PRO, podría ser set y partido.
Para ello, los estrategas territoriales hablan de jugar fuerte en la primera sección, que compone la zona norte del Gran Buenos Aires. Allí trabaja uno de los tres intendentes que tiene La Libertad Avanza, Diego Valenzuela, el exPRO que conduce Tres de Febrero.
Alineado con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y de antigua relación con Javier Milei, Valenzuela fue uno de los primeros en cambiar el amarillo por el violeta para combatir en nombre de las Fuerzas del Cielo contra el kirchnerismo. Luego de las elecciones porteñas, que significaron un triunfo contundente del candidato del presidente sobre la fuerza de los Macri, las puertas quedaron abiertas para que otros sigan ese camino.
El peso del territorio
De los 135 municipios de la provincia, son 13 los que llevan la marca del PRO y están a la espera de los términos y condiciones que negocia el presidente del partido en la provincia, Cristian Ritondo, con el representante de Karina Milei, Sebastián Pareja. Luego de la reunión del lunes con “El Jefe” que derivó en el anuncio del pacto, “Pucho” y “El Colo” Santilli volvieron a encontrarse este lunes con Pareja para continuar cerrando la instrumentación del acuerdo electoral.
En ese mapa territorial del PRO, el jefe municipal de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, hace tiempo que promueve una adhesión al mileísmo, y otras figuras como su par de San Isidro, Ramón Lanús, se mueven en la misma sintonía. Este último incluso llegó a validar al presidente tras su gesto de no saludar al jefe de Gobierno porteño durante el Tedeum del 25 de Mayo. “No lo repudio. Es parte de su forma de ser y tiene que ver con una personalidad muy transparente”, opinó.
El tiempo y los votos han servido como catalizadores y queda en evidencia que hay algunos dirigentes que están más cómodos a la hora de adoptar el apellido de La Libertad Avanza. Sin embargo, incluso figuras alineadas al macrismo duro, como la intendenta de Soledad Martínez -mano derecha de Jorge Macri- está alineada detrás de cerrar con los libertarios, aunque con el requisito de mantener la identidad partidaria.
Esa fue la postura oficial del PRO enarbolada por el propio Ritondo, quien siempre evitó romper con el partido que dirige Mauricio Macri en pos de llegar a un acuerdo que permita ir juntos, pero sin perder los colores propios. Será uno de los principales temas de conversación cuando los 13 intendentes se reúnan con Ritondo este jueves desde las 12 en la sede partidaria de Balcarce 412 para que el jefe bonaerense los actualice sobre el estado de las negociaciones.
Respetar eso y el peso territorial de los intendentes en los armados de listas locales, son los principales pedidos de los caudillos amarillos, los 122 municipios restantes se resolverán caso a caso. Allí también entra en discusión el rol del radicalismo, ya que tanto algunos dirigentes del PRO como el sector de la Casa Rosada que responde al asesor presidencial Santiago Caputo ven con buenos ojos la posibilidad de sumar al acuerdo a la pata de los boinas blancas que responde al senador Maximiliano Abad.
Enfrentado con el radicalismo porteño más progesista que lidera su colega Martín Lousteau, el radicalismo de Abad sigue una línea más conservadora -jugó en la interna de Juntos por el Cambio con Patricia Bullrich- y tiene peso en el interior bonaerense con 22 de las 27 intendencias de la UCR en su haber.
Si bien existen los diálogos, ese camino aun no se ha concretado. De ocurrir, significaría una ruptura sin retorno para el partido radical, que hasta ahora logró contener en su seno figuras opositores acérrimos y radicales con peluca. Sin embargo, de sumar su fuerza, los libertarios podrían confiar aun más en su peso territorial, que sumado al peso específico de Javier Milei desde la Nación podría significar un trifunfo determinante en la madre de todas las batallas.
La herramienta electoral aun no está definida, pero fuentes al tanto de las conversaciones no descartan formar un frente en las elecciones provinciales que contenga a las fuerzas que acompañen a Javier Milei, similar a lo ocurrido en Chaco, mientras que en las nacionales de octubre se presente una lista con identidad 100% libertaria donde se permita la adhesión de dirigentes de otros partidos. En ambos casos, en Casa Rosada pujan porque el color sea violeta, el escudo un león, y el nombre La Libertad Avanza.