El avión privado había aterrizado en el aeropuerto internacional Cataratas del Iguazú, proveniente de Apóstoles (Misiones), con destino a Itapema (Brasil), del estado de Santa Catarina. Cuando controlaron a la tripulación, los agentes de la Aduana detectaron que uno de ellos llevaba dinero oculto en el cuerpo.
Ante esta situación, decidieron inspeccionar la aeronave y hallaron más cantidad de divisas extranjeras escondidas entre los asientos.
Según se informó oficialmente, secuestraron 491.500 dólares y 5.000 reales. El avión pertenece a un desarrollador inmobiliario de torres de lujo de Camboriú y al momento del hecho viajaban los dos pilotos y un pasajero.
Los tres pasajeros brasileños quedaron demorados por los agente de la Aduana y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Se labraron actuaciones en el marco de la Ley N° 22.415, del Código Aduanero, bajo las órdenes del Juzgado Federal de Eldorado.
